Nuestro marco analítico y la revisión de la estrategia

El mundo está cambiando

Nuestro trabajo es mantener los precios estables. Para hacerlo bien necesitamos entender cómo funciona nuestra economía. Pero su funcionamiento ha cambiado mucho desde la última vez que revisamos nuestra estrategia en 2003. Por ejemplo, ahora podemos realizar la mayoría de nuestras compras a través de Internet sin tener que desplazarnos a las tiendas. Podemos pagar utilizando el teléfono móvil en lugar de efectivo. Y podemos ver películas en dispositivos móviles con nuevas tecnologías que han sustituido a los antiguos videoclubs.

Nuestra ventana para observar lo que pasa en la economía

Para ayudarnos a tomar decisiones informadas, necesitamos una ventana a través de la que observar lo que está ocurriendo en la economía. Nuestro marco analítico nos proporciona esa ventana al mundo. El comportamiento de nuestra economía depende de las innumerables decisiones que las empresas y las personas toman todos los días. Nuestro marco analítico nos permite observar cómo esas decisiones juntas afectan a la estabilidad de precios, lo que nos sirve de base para nuestras decisiones de política monetaria. Pero si la economía está cambiando, necesitamos asegurarnos de que nuestro marco siga siendo adecuado a su objetivo. Por ello, el Consejo de Gobierno lo ha incluido en la revisión de nuestra estrategia.

Seguimos de cerca los últimos cambios

Varios cambios importantes, como la globalización, la digitalización y el cambio climático, han ido transformando el modo en que funcionan las economías de todo el mundo y afectan a la forma en que nuestra política monetaria influye en la economía en general. Por eso necesitamos seguirlos de cerca.

Nos aseguramos de que no haya puntos ciegos

Estos grandes cambios en el modo en que funcionan nuestras economías interactúan unos con otros. Existe el riesgo de que estos cambios creen puntos ciegos en nuestro conocimiento del funcionamiento de la economía; es decir, podríamos pasar por alto desarrollos importantes que se produjeran.

Aprendemos de la experiencia

Con el tiempo hemos mejorado nuestro análisis y aprendido de la experiencia. La calidad de nuestros datos es mejor que antes. Ordenadores más potentes y fuentes adicionales de información sobre la economía nos permiten entender mejor un mundo complejo.

También hemos aprendido de acontecimientos como la crisis financiera de 2008. Aquella crisis demostró la importancia de la estabilidad de precios para la estabilidad del sistema financiero. Y dado que nuestra política monetaria actúa a través del sistema financiero, también puso de manifiesto la importancia de entender mejor los canales a través de los que nuestra política monetaria llega a los hogares y a las empresas. Pero estos canales, además de sufrir perturbaciones, también pueden cambiar con el tiempo. Estas experiencias las hemos tenido muy en cuenta.

Hemos revisado nuestro marco analítico

Hemos revisado nuestro marco analítico como resultado de la revisión de nuestra estrategia. El nuevo marco refleja un mundo cambiante e incorpora lo que hemos aprendido y los nuevos enfoques que hemos desarrollado.

Nuestro nuevo marco analítico tiene dos ramas: un análisis económico y un análisis monetario y financiero. El primero examina cómo van la economía, el empleo y los precios y hacia dónde podrían dirigirse. El segundo estudia los canales a través de los que nuestra política monetaria llega al conjunto de la economía. Dado que la estabilidad financiera es condición indispensable para la estabilidad de precios, este análisis también examina si se están produciendo cambios en la economía que pudieran hacerla vulnerable ante futuras crisis. Aunque se centran en cosas distintas, ambas ramas analizan la misma economía y están relacionadas entre sí. Tenemos a las dos en cuenta cuando tomamos decisiones.

No dejamos de aprender

La ventana a través de la que observamos la economía se ha hecho más grande con el tiempo y, lo que también es importante, ofrece una visión mucho más nítida y detallada. No obstante, trabajamos continuamente para reducir posibles puntos ciegos en nuestro análisis. Al mejorar nuestra comprensión del mundo y asegurar que nuestro análisis sea lo más sólido posible, podemos adoptar las decisiones correctas para la economía y, en definitiva, para la estabilidad de precios.