Productividad, innovación y progreso tecnológico

Entender cómo crece la economía

Nuestra función es mantener los precios estables. Para hacerlo bien necesitamos entender cómo funciona y crece nuestra economía a lo largo del tiempo. La economía actual es mucho más avanzada que la que conocieron nuestros abuelos cuando eran jóvenes. Por ejemplo, el telégrafo y las máquinas de escribir de antaño han dado paso a los teléfonos inteligentes y a las páginas web. A cada generación se le ocurren grandes ideas, y nuevas formas de hacer las cosas, que mejoran el funcionamiento de nuestra economía.

La importancia de la productividad

Un concepto que nos ayuda a entender estos cambios es el de «productividad», que describe la cantidad de esfuerzo necesario para crear o producir algo. Puede referirse a cualquier cosa, desde la cantidad de trabajo que sacamos en un día, hasta la velocidad con que una máquina termina un producto. Si la productividad crece, significa que estamos haciendo algo mejor que antes. Las ideas innovadoras y las nuevas tecnologías son la base de este proceso.

Adoptamos decisiones pensando en la economía

El ritmo al que puede crecer nuestra economía a lo largo del tiempo depende en gran medida de dos factores: cuánto crece nuestra población y a qué velocidad aumenta la productividad. Dado que tomamos las decisiones de política monetaria pensando en la economía, el Consejo de Gobierno ha incluido la productividad, la innovación y el progreso tecnológico en la revisión de nuestra estrategia.

Grandes cambios en la economía

Nuestra población no crece al mismo ritmo que en el pasado, lo que implica que nuestra sociedad tiene que ser más productiva para que la economía crezca más. Esta tarea es importante porque la economía ha experimentado grandes cambios que han dificultado nuestro trabajo de mantener los precios estables.

Por ejemplo, las personas viven más tiempo y ahorran más para poder vivir cómodamente en su jubilación. Desde la crisis financiera, prefieren invertir en activos seguros en lugar de en activos de riesgo. Las economías ya no crecen con la misma rapidez que en otros tiempos y, en consecuencia, las empresas son menos optimistas sobre el futuro, por lo que invierten menos.

Descenso del «tipo de interés natural»

Estos cambios están fuera del control de los bancos centrales. No obstante, sumados a otros, han dado lugar a una caída del denominado «tipo de interés natural», que es el tipo de interés con el que una economía funciona sin problemas y la inflación —la tasa de variación de los precios generales de los bienes y servicios a lo largo del tiempo— se mantiene estable. Si los bancos centrales suben sus tipos de interés por encima del tipo natural, se ralentiza el crecimiento de la economía y la inflación tiende a disminuir. Si los bajan por debajo del tipo natural, se impulsa el crecimiento de la economía y la inflación tiende a aumentar.

Debido a que los tipos de interés no pueden situarse por debajo de un cierto límite, una caída del tipo de interés natural significa que los bancos centrales tienen menos margen para estimular sus economías solo a través de la política de tipos de interés. Este es uno de los motivos por los que el BCE, al igual que otros bancos centrales de todo el mundo, ha introducido nuevos instrumentos de política monetaria que nos ayudan a mantener la estabilidad de precios.

Pero un mayor crecimiento de la productividad puede incrementar el tipo de interés natural, lo que, a su vez, da más margen a los bancos centrales para estimular sus economías mediante la política de tipos de interés, al tiempo que mantienen la inflación bajo control.

Nuestros Gobiernos pueden influir en nuestra productividad a través de sus decisiones. Por ejemplo, pueden invertir más en nuevas tecnologías que simplificarán la producción de bienes o harán más eficiente el trabajo. Pueden apoyar la educación y fomentar la investigación y el desarrollo, o aprobar nuevas leyes que faciliten la actividad empresarial o la creación de empresas. Estas decisiones pueden mejorar la productividad en la economía y ayudar a que crezca con el tiempo.